Noticias - Curiosidad

sábado, 26 de febrero de 2011

Esperanza

 
Con todo lo que nos esta pasando en la actualidad, con lo difícil que están las cosas, correspondería preguntarnos:
¿Cómo seguir?,… ¿qué quiere decirnos Dios?,… ¿qué quiere de nosotros?,… ¿es momento de discernimiento?,….. O ¿será el momento para mirar en nuestro interior? ......

Si los seres humanos nos movemos por ideales, deseos o aspiraciones, ponemos en nuestra vida, pequeñas metas que nos hacen avanzar hacia ese ideal que le da sentido a nuestra vida, es imprescindible no dejarlo morir aunque fallemos en lograr las metas parciales. Los obstáculos y contratiempos nos debieran incentivar a redoblar los esfuerzos para alcanzar las metas.

Quizás todo esto que pasa, es la forma de bajarnos del caballo del consumismo y del egoísmo que tan vertiginosamente nos ha atrapado, si es así, ahora clarificaremos nuestras ideas,  para reordenar o confirmar nuestra propia existencia.

Por allí estábamos destruyendo o deteriorando algo muy importante como la relación conyugal, la familiar u otra relación, en aras de logros materiales. Aprovechemos este sacudón para revalorizar lo que tenemos y también para dar gracias a Dios por ello, poniendo nuestra esperanza en Jesús, que nunca mira para otro lado y siempre esta dispuesto a dar su vida por nosotros.

Pese a todos los contratiempos, no debemos aflojar, tenemos que seguir adelante con esperanza, porque la esperanza es una especie de anticipo del bien deseado. La persona que espera no tiene todavía plena posesión del bien que desea, pero tiene un anticipo, de otro modo no podría desear ni esperar.       

La esperanza cristiana tiene como meta estar en la presencia de Dios en el cielo. Y con la fe tenemos el anticipo de esa presencia, en la gracia.

La esperanza no es un control mental para pasar los malos momentos, es mucho más que eso, “esperanza”  es siempre una tensión hacia el futuro, una liberación interior, una cierta posesión anticipada del cielo.

“EL QUE CREE EN EL HIJO TIENE VIDA ETERNA” (Jn. 3,36)


viernes, 25 de febrero de 2011

Acogida

Que importante es sentirse acogido, que las personas te tengan en cuenta, que te respeten, te atiendan, te hagan sentirte bien, estar de buen humor y hasta te sientes importante. Nos gusta que se porten muy bien con nosotros y satisfagan nuestras necesidades, que bueno es sentirse acogido. Si las cosas son de esa forma, entonces nosotros debemos comportarnos de de esa manera con todas las personas que están a nuestro alrededor y de esa forma, no solo que contribuiremos en la constitución de un mundo mejor, sino que sentiremos la satisfacción del deber cumplido. 
                                Si les parece vamos a probarlo.

Un dia cualquiera

           

Hoy es un día como otros, nos despertamos muy temprano, nos alegramos de respirar, de estar vivos, de ver la luz de un nuevo día, de tener la oportunidad de disfrutar toda la maravillosa creación que se nos  regala a los ojos; que fue hecha para nosotros, para deleitar nuestros sentidos y animar nuestro espíritu.

Podemos hacer uso de todo lo que existe, pero debemos ser útiles a la gente con la que nos relacionamos y cumplir con nuestro rol en el mundo, contribuyendo al crecimiento de nuestro entorno; contagiaremos nuestra vivaz alegría, para contribuir a la felicidad de la sociedad a la que agraciadamente pertenecemos.

Si observamos atentamente a la gente y en especial a los más cercanos, descubriremos en cada uno, la persona extraordinaria que se esconde muy dentro de ellos y veremos la capacidad que tienen de amar; de igual forma existe en ellos, la necesidad de ser amados demostrando ternura.

Dios no nos deja de sorprender a cada día y nos muestra el gran amor incondicional que nos tiene, en cada una de las cosas que nos rodean, en los hermosos paisajes que se nos presentan, en las personas que nos acompañan en nuestro diario vivir, y en toda su maravillosa creación.

Nosotros pertenecemos a este mundo y somos importante para él, lo que hacemos deja sus huellas y de igual forma lo que dejamos de hacer, somos responsables con nuestros actos, de mejorar el entorno donde nos toca  vivir,  de  alguna  manera nosotros somos  constructores  del  futuro y  no podremos quejarnos después.

Cuando hacemos nuestros planes de mejorar el futuro, debemos equilibrar nuestras ansias con la razón, no pretendiendo muy grande, de solo un paso a la vez; tampoco seamos derrotistas diciendo que nosotros nada podemos cambiar, todos servimos para algo, haz un esfuerzo y veras.

El hombre y la mujer están llamados a “someter” la tierra como “administradores” de Dios. (Gn 1,28) 
De alli su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado. (CIC 373)

Para tener en cuenta

La alegría es el sonido del alma.
Por lo tanto no abandonemos ese estado de privilegio, pues nos hace bien a nosotros y contagiamos a las personas que nos rodean.